violet moments




viernes, 3 de abril de 2015

llegando tarde a mi promesa...

¿Nunca te ha pasado que has dado por sentado algo como infinito? Y luego al darte cuenta de que es efímero, lo has dejado, pero no sin antes haberlo intentado de modo repetido.

¿Cuántas veces he jugado y he perdido? He apostado tantas veces, que he perdido de vista mi propia sangre, ya no es mía ni es de nadie... Pero tengo manchas de cortes en venas que otras vidas ajenas han derramado por mi.






Me he escapado por la ventana tantas veces, que ya no quedan ni cortinas, están todas roídas por la prisa. No hay espacio para condimentos en mi vida. Todo pasa a velocidad de cometa, todo pasa demasiado deprisa...
Y yo sigo llegando tarde a mi promesa...
De quererme a mi misma.





La noche es tierna, como la juventud que atrapa mi piel temprana, como tus caricias desnudas, serenas, como la alborada cuando nace tras la luna llena.

La noche es negra, oscura, como tu mirada profunda, como tus ojos taciturnos de lunas resplandecientes en sus vértices, que me miran lentamente y me quitan el sueño.









La noche es llana, ciega, muda, sus calles atrapan secretos que pertenecen a ese espacio de tiempo oscuro, el rumor del viento y unos disparos son el ruido sospechoso de la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario